los quesos

cabriola
Un queso pequeño (100 g) de pasta semiblanda, mantecoso al paladar y con recuerdos a plantas silvestres, seta de bosque y un posgusto caprino muy elegante. Se come de una sentada con pan crujiente de sésamo y acompañado de un vino blanco de aromas limpios y afrutados (var. Riesling, Chardonnay)